Calama es conocida como la puerta de entrada al desierto de Atacama, uno de los lugares más áridos del mundo. Los visitantes suelen explorar la Mina de Chuquicamata, una de las mayores minas de cobre a cielo abierto del planeta. Además, el Valle de la Luna, con su paisaje lunar único, es una experiencia inolvidable que ofrece impresionantes puestas de sol. No te pierdas el Museo de Historia Natural y Cultura del Desierto, donde descubrirás la rica historia de la región y su gente.